martes, 22 de enero de 2008

OPINIÓN PERSONAL

La historia ha confirmado, en múltiples ocasiones que, cuando el arte se encuentra en un callejón sin salida, la tecnología acude siempre en su auxilio. Todavía no tenemos la perspectiva suficiente para saber qué habrá aportado la eclosión de la tecnología informática al mundo del arte; pero en vista de cómo ha penetrado en nuestra cotidianeidad, en nuestro trabajo, en nuestro ocio e incluso en nuestra intimidad, todo hace suponer que no será poco.

Con respecto a la información nunca un bailarín o un coreógrafo, un crítico, un estudioso o un mero aficionado a la danza ha podido acceder, con menos esfuerzo y precio a un mayor nivel de información que a base de navegar por la red.

El arte y las tecnologías de información, a mi juicio, deben establecer una conexión que los fortalezca a ambos y que además expanda la labor social de cada uno de ello. España, por su parte, lleva un gran camino adelantado.

Esta materia ha cobrado especial importancia ya que además de desarrollar habilidades estéticas en el estudiante, tiene efectos cognitivos como el desarrollo de destrezas de análisis, reflexión y juicio crítico. Esto implica para el estudiante la utilización de símbolos, la lectura de imágenes complejas, la comunicación creativa y pensar en soluciones antes no imaginadas. Adicionalmente, la Educación Artística se ha convertido en punto de encuentro integrador de la historia, las matemáticas y las ciencias naturales.

El ambiente multimedia de la Web requiere estudiantes que piensen y se comuniquen como diseñadores y artistas. El video, las imágenes, la música y las animaciones son herramientas poderosas para comunicar las ideas, y cuando estos elementos se soportan en las TICs, el Arte se convierte en un puente fundamental para entender tanto los medios de comunicación tradicionales como los nuevos medios representados por Internet.

La digitalización del pensamiento permite el uso del computador para la generación de música, para combinaciones de sonidos, textos, movimientos, animaciones e imágenes y abre posibilidades insospechadas para la experiencia estética.



Internet transfirió a las clases la posibilidad de acceso a diferentes corrientes en el campo de la danza a demás de la pintura, la escultura el teatro y la música. Los docentes pueden encontrar en este nuevo medio numerosos recursos para apoyar las actividades de apreciación y reconocimiento de las obras de arte en correspondencia con la época en la cual fueron producidas, lo cual exige tener conocimientos de historia o la posibilidad de adquirirlos.

Internet posibilita el acceso a información no siempre disponible en las bibliotecas (partituras de música, archivos de audio, etc) que permite enriquecer las actividades de clase con material innovador.

El software especializado permite al estudiante nuevas formas de organización. Es precisamente ese manejo lo que ayudará al estudiante a clasificar las obras de acuerdo a un orden previamente establecido, hacer consideraciones sobre ellas, formular teorías para interpretarlas críticamente y finalmente presentarlas ante una audiencia.

En el campo de las Artes Visuales, Internet reduce la distancia entre lugares con recursos artísticos limitados (museos, galerías, salas de conciertos, etc) y los cientos de museos que tienen un espacio virtual.

La tecnología puede ser muy efectiva en el campo de la Expresión Artística ya que permite al estudiante experimentar libremente con materiales digitales sin que la institución educativa incurra en costos elevados por concepto de materiales.

"La técnica cambia, pero el arte permanece siempre igual"

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